jueves, 23 de febrero de 2012

UN DÍA A LA VEZ



¡Hola!


¿Qué tal?

Quiero compartirles un poco de mi vida, de mi historia, las enseñanzas que Dios me ha dado

Les ruego me tengan paciencia ya que soy nueva en esto.

Un día a la vez es el nombre de mi blog

¿Por qué?

Soy de cuna cristiana, es decir, desde pequeña he asistido a una iglesia y he recibido enseñanza tanto en la congregación como en casa, soy hija de pastores evangélicos. ¿Ahora entienden por qué digo que soy de cuna cristiana?



Han pasado ya varias semanas después de haber iniciado un nuevo año, y al ponerme a reflexionar en lo acontecido en el año pasado, dije: “Mi Dios es fiel”

Por circunstancias de la vida, viví una situación sentimental que me llevo por completo a una depresión a la que aparentemente no tenía salida. Durante varios meses mi vida parecía estar en un laberinto sin salida: mi mente estaba llena de pensamientos suicidas, pensamientos como: ¿Por qué estás aquí? Tu trabajo aquí ya termino, no vales nada, tu vida no tiene ningún valor, mírate como estas, ¿Quién te va a querer así?

Mi autoestima estaba nula, mi comunicación con mi familia era escaza. Y no se diga mi relación con Dios. 

En especial hubo una ocasión en la que me encontraba yo manejando en carretera para dejar a uno de mis familiares en su casa y de pronto en mi mente empezó a surgir este pensamiento: “Este es el momento indicado para que tengas un accidente, es un accidente, no pasa nada, será lo mejor”. En ese momento reflexione y dije: ¿Cómo es posible que una hija de Dios tenga estos pensamientos?. En mi mente había una lucha, entre pensar lo que es correcto u obedecer lo que mis sentimientos me indicaban.

Otro momento que recuerdo: estaba en mi recamara, lamentándome y llorando, mi oración: “Dios, no quiero seguir sintiendo esto que siento, Dios lléname de tu presencia, Dios manifiéstate, sáname”. En esa ocasión Dios me trajo una enseñanza meditando en el libro de Amos en el capítulo 5 y verso 4: “Porque así dice Jehová a la casa de Israel: BUSCADME Y VIVIREIS”. Esa frase permaneció en mi mente. Vi mi condición, Yo quería que de un momento a otro yo quedara completamente restaurada, otra cosa, solo quería recibir y recibir, pero esta frase: “Buscadme y Viviréis”, comprendí que Dios estaba atendiendo mi oración, pero, ¿Qué estaba haciendo yo? ¿Realmente lo estaba buscando a él? O ¿simplemente quería salir de la situación sin requerir ningún compromiso de mi parte?

Entonces recordé mis momentos románticos con Dios, momentos que ya había olvidado debido a tantos compromisos, debido a otros dioses: otras cosas o personas que ocuparon el primer lugar antes que Dios: mis amistades, mi ministerio, mis estudios, etc. Poco a poco mi mente se fue aclarando: si yo no hubiera descuidado mi relación personal con el Creador y atender a sus consejos, que por muchas ocasiones por querer escuchar a la voz del “Yo” antes que a Dios. Quizás yo no estuviera pasando por ese momento de baja estima, porque deposite mi confianza en mí misma o en otras personas, pero nunca se me ocurrió depositar mis cargas y todo lo que hay en mí a Dios. Entonces ahora entiendo porque Dios simplemente me contesto: “Búscame y podrás vivir!!”.

Recordé el primer amor, y me enamore de nuevo del Amado. 

Dios me ama tanto que dio todo por mí. ¿Y yo? ¿Qué estaba dando?. 

Tuve la oportunidad de ir a un encuentro en Tijuana de COMPA. Dios me hablo en Mateo 5:29-30 “y si tu ojo derecho te hace pecar, sácatelo y échalo de ti; pues mejor te es que uno de tus miembros perezca, y no que todo tu cuerpo sea echado al infierno. Y si tu mano derecha te ofende, córtala, y échala de ti; pues mejor te es que uno de tus miembros perezca y no que todo tu cuerpo sea echado al infierno”. Obviamente no me saque el ojo ni me corte la mano, gracias a Dios aun cuento con mis dos hermosos ojos y mis dos delicadas y hermosas manos. Lo que comprendí es que había algo que estaba estorbando en mi vida, algo que yo amaba mucho y que impedía que mi relación con Dios fuera más profunda. Yo tenía otro dios, un dios que amaba muchísimo, y ese amor por esa persona impedía en cierta manera a que yo pudiera salir de esa situación. Para mi fue demasiada fuerte esa palabra, pero yo sentí y comprendí que Dios me estaba llamando a que lo hiciera. Como una muestra de mi amor hacia él. Obviamente no mate a nadie ni me hice una asesina, para nada jeje. Simplemente tome el compromiso de morir a mi yo, y obedecer a Dios. Dejar de hacer eso que me estorbaba y vivir como Dios me manda que lo haga

Es por eso que decidí adoptar esta frase: “Un día a la vez”

- Porque yo decido con mi actitud, que va a ser de mi día, y al momento de haber pasado por esta depresión yo decidí mejor “buscar a Dios para poder vivir”. 

- Yo decido si lo que venga a mi vida sea positivo o negativo “Dios sabe porque lo hace”: “Y sabemos que en todas las cosas interviene Dios para el bien de quienes lo aman, los que han sido llamados según su destino” Romanos 8:28 (NVI).

- Un día a la Vez vivo: porque mi decisión es buscar a Dios, mi decisión es estar con Dios. Mi Dios es Dios “Jehová” el Dios omnipotente, omnipresente, omnisciente. Y en eso implica quizás muchas veces morir al Yo, para que Cristo viva y reine en nuestras vidas.

- Un día a la vez vivo: porque vivo para Cristo: “Porque para mí el vivir es Cristo y el morir ganancia” Filipenses 1:21.

Si tu estas pasando por un estado emocional de baja estima o por la pérdida de un ser querido o quizás de un desprendimiento emocional hacia una persona a la cual estabas ligada en muchos sentidos. Te invito a que con Cristo vivas un día a la vez.

Van haber ocasiones en las que quieras tirar la toalla, pero si decides vivir un día a la vez al lado de Cristo y buscando siembre y dependiendo totalmente en el. Créeme que aunque cueste podrás “Vivir”. Un día a la vez “se vive al hoy, lo que se vive en el presente, se aprende de las experiencias” Si se comete un error: vive un dia a la vez, arrepiéntete, aprende y supera. 

Vive: “Un día a la vez”


SURY VEGA